Aumentar el índice de caída de Hagberg

El índice de caída de Hagberg mide una enzima específica, la α-amilasa.

Esta enzima ataca las moléculas de almidón y las descompone en azúcares que luego serán consumidos por la levadura produciendo el gas que da la estructura de un pan fermentado y levado. Los niveles de α-amilasa tienen que estar bajos para limitar la descomposición de almidón y lo pegajoso de la masa. Una baja actividad de α-amilasa da un índice alto, y significa que las propiedades panificadoras de la harina son buenas.

Nutrición vegetal e Índice de caída de Hagberg

Un buen índice se logra cuando el cultivo madura uniformemente y cuando no haya vuelco que demore la cosecha. Los principios agronómicos que contribuyen a evitar estos problemas son: usar cantidades óptimas de nutrientes y aplicar prácticas de precisión para gestionar el suministro de nitrógeno para los diferentes tipos de suelo. De los nutrientes principales, el nitrógeno y el potasio son claves para lograr cultivos parejos con tallos fuertes que eviten el vuelco.

Nitrógeno

Un manejo correcto de nitrógeno debe incluir aplicaciones de precisión usando equipos adecuadamente calibrados, en donde la dosis de nitrógeno se ajusta en función del contenido del nutriente en el suelo, que dependerá del tipo de suelo, desechos orgánicos, uso de estiércol o la historia previa del campo. Una dosis óptima de nitrógeno permite obtener una maduración pareja y uniforme.

Demasiado nitrógeno prolonga el período de maduración y da como resultado un cultivo con tendencia al vuelco. Otros factores que pueden influir en el vuelco son el momento de aplicación del nitrógeno y la dosis. Aplicaciones de nitrógeno tempranas y a altas dosis estimulan el macollaje.

Potasio

Suficiente potasio disponible es esencial para la producción de granos de calidad y con buen peso específico. Deficiencias darán como resultado una maduración prematura con una significativa disminución en el tamaño y peso de cada grano, además de impedir el desarrollo de algunas flores en la espiga, dando como resultado menos granos. El potasio fomenta el desarrollo de paredes celulares y por eso los tallos son más resistentes.

La falta de potasio puede resultar en un mayor riesgo de vuelco. El vuelco crea condiciones ideales para la germinación de los granos, los cuales podrán empezar a crecer dentro de la espiga resultando en un índice de caída de Hagberg más bajo y empeorando la calidad en el molino.