El nitrógeno es un elemento importante para asegurar altos rendimientos en maíz. Alimenta el crecimiento y el desarrollo, y debe de estar disponible cuando la planta lo necesita. El fósforo es particularmente importante para el desarrollo radicular y un buen asentamiento del cultivo.
El potasio, al igual que el nitrógeno, también fomenta el desarrollo del cultivo, y se absorbe en grandes cantidades por la planta. El aporte tiene que ser balanceado paralelamente con él del nitrógeno. Una buena alimentación de potasio puede minimizar los daños por heladas y reducir el encamado.
Potasio es muy importante para el cierre de los estomas, y bajos niveles de potasio resulta en una deshidratación de las plantas. Magnesio, azufre y hierro aumenta la actividad fotosintética y mantiene un buen crecimiento dando altos rendimientos. Calcio asegura una buena resistencia en la plantas, protegiendo la producción de raíces, hojas y tallos.
El boro es indispensable para el desarrollo normal del tubo polínico y una buena fecundación de los granos. Zinc es importante para la actividad fotosintética. La falta de otros micronutrientes puede restringir los procesos de desarroll, y por lo consiguiente las plantas no darán el rendimiento deseado.