December 01, 2015

Yara Academy, compartiendo conocimiento en el olivar

Por: Marketing Yara Iberian

La superficie de olivar en nuestro país ronda las 2,5 millones de hectáreas según datos del MAGRAMA para 2014. Dentro del sector agrario la industria olivarera es una de las que más apuesta por la innovación en la búsqueda de la optimización de los recursos para un mayor rendimiento. El sector olivarero es además uno de los más profesionalizados y los agricultores y técnicos, ávidos de información, demandan a las grandes firmas formación que les permita manejar su cultivo para una mayor rentabilidad de las explotaciones. En este contexto Yara ha organizado, enmarcadas dentro de sus sesiones de formación Yara Academy, dos jornadas con el foco puesto en el olivar. Las citas tuvieron lugar los pasados 25 y 26 de noviembre en Jaén y Córdoba respectivamente, dos de los focos productores más importantes en nuestro país. Los encuentros sirvieron para acercar a técnicos de algunos de los distribuidores más importantes en olivar, aspectos destacados relativos a la nutrición, así como la solución de Yara para satisfacer las necesidades nutricionales de este cultivo.
Fertilización Olivo
Fertilización Olivo

Ambas citas contaron con interesantes ponencias que no dejaron indiferentes a los asistentes. Alejandro Cayuela, delegado comercial de Yara en la zona, fue el encargado de abrir el evento. Conscientes de la importancia de entender el cultivo de cara a conseguir un manejo óptimo del olivar, su intervención comenzó comentando los aspectos más importantes de la fisiología y la morfología del olivo. A través de un repaso por las diferentes fases del ciclo vegetativo del olivo indicó las necesidades nutricionales en cada fase para una buena brotación, floración, cuajado, engorde y maduración de la aceituna.

A continuación repasó el papel que juega cada uno de los nutrientes en el cultivo del olivar y la importancia de aportar cada uno de ellos en la dosis adecuada. En lo que se refiere a los macronutrientes primarios, destacó la importancia de unos buenos niveles de Nitrógeno –incrementa el desarrollo de la planta, acelera la actividad vegetativa y aumenta la asimilación de otros nutrientes-. Indicó que sus necesidades aumentan durante la floración y el cuajado por lo que es fundamental un buen manejo del abonado. Además es importante controlar los niveles de Fósforo –clave en la maduración, en el aumento de la resistencia a enfermedades y en la calidad de la aceituna- y el Potasio, un nutriente muy determinante en el olivo. Tiene un efecto muy importante en la producción. El olivo es un cultivo con alta demanda de este elemento, debido a que la aceituna es un fruto rico en Potasio. Además, es el nutriente que mayores problemas plantea, especialmente en años de altas producciones y baja pluviometría, por lo que un buen manejo es de vital importancia.

Junto a estos, se destacó el papel de otros nutrientes como el Calcio –aumenta el desarrollo radicular, mayor resistencia a heladas y minimiza daños post-recolección-, el Magnesio -elemento esencial en proceso de la fotosíntesis- y el Azufre, cuyas deficiencias son similares a las del Nitrógeno. Además, micronutrientes como el Boro, el Hierro y el Zinc, son todos ellos clave en el cultivo del olivo para la obtención de un mayor rendimiento.